La cuarta dimensión

                                         Ilustración de Anton Semenov                                          

Un día lluvioso de 1984, Mc kallisten Woods mostró al mundo una maquina revolucionaria que serviría para abrir conexiones con la cuarta dimensión, todos estaban sorprendidos, intrigados con una pizca de duda, Woods agarro el micrófono y dijo:

-¡Presencien todos la tecnología del futuro! Esta es una máquina de prueba pero en el después cualquiera de ustedes podrá entablar conexiones con estos seres “mágicos”

Activó la máquina tocando algunas botones y de repente se escuchó un estruendoso ruido saliendo de una parte del sistema para el portal, Woods retrocedió con miedo y para su mala suerte, la maquinaria exploto, un rastro de piezas rotas se veía a la lejanía del espectador, algunos estaban gritando de miedo y otros miraban impactados con una cara que no tenía precio. Un ayudante suyo trato de ver si Woods estaba bien pero… no ¿Quién era ese ayudante? Yo su hijo, ya han pasado 18 años desde eso, ya es 2002 y se cumple otra vez el aniversario de su muerte, una lágrima pasa lentamente por mi cara mientras pienso qué falló. Conduzco mi auto rojo cuando se me ocurre una idea, acelero más y más hasta llegar a mi casa, entro bruscamente y me voy al sótano, prendo la luz y abro unos dibujos y planos viejos sobre la maquinaria mientras digo:

-¡Aja! ¡Aquí estaba el fallo! Mientras miro emocionado casi temblando de una alegría confusa.

Al activar la máquina, algo se atascó y causo un reinicio continuo rompiendo cables importantes para que se quede estable, la maquinaria estallo cuando se cortó el cable B-340, agarré algunos instrumentos como martillos y destornilladores y empecé a trabajar, después de varios meses por fin pude terminar algo maravilloso que mi padre hubiera elogiado. ¡La máquina para pasar a la cuarta dimensión! Arreglo algunas cosas y por fin el 11 de diciembre de 2002 se podrá presenciar la cosa más impactante, revolucionaria y científica que el humano ha podido crear. Me fui a dormir con una sonrisa leve en mi rostro, iba a mostrar mi proyecto a mis compañeros de trabajo y seguramente van a estar sorprendidos, no puedo esperar a probar si funciona, me dormí después de pensar en que puede fallar en el nuevo proyecto, desperté sin somnolencia, emocionado me puse mi traje y de manera un poco violenta abrí la puerta de mi auto, cuando llegue a la empresa en donde trabajo digo:

-Están mirando a un científico que va a hacer historia

Uno de mis compañeros me dice:

-¿Así que empresario y científico no? -Me dice de una manera casi irónica.

-Sí, retome el último trabajo que había hecho mi papá antes de morir.

-¿Y cuál es ese trabajo?

-Es sobre algo llamado “la cuarta dimensión”, con la maquina se podría entablar conversaciones y demás cosas con estos seres.

Me mira con una pizca de gracia y tal vez él creía que yo estaba loco. Solo seguí mi camino a la oficina central, cuando llego me siento a trabajar pero después  de una hora abrí una hoja de Word, me puse a escribir algo sobre la maquinaria y vi un error; Yo no sabía casi nada de estos seres y quizás podrían ser agresivos o pacíficos, no lo sabía realmente, tal vez para mi suerte todo iba a ir bien. Han pasado algunos días y finalmente podré mostrar mi maquinaria, llego el día final para exhibirla. Una multitud se juntó y vieron con curiosidad, la máquina se veía resplandeciente como metal pulido que brillaba con la luz del sol, yo dije con una gran emoción:

-Admiren un proyecto retomado del terrible accidente de 1984, se ha perfeccionado cada error de la máquina para que funcione al 100%.

El público se tornó con confusión y un poco de miedo, yo prendí la máquina que hizo el mismo ruido que en el accidente, fui rápidamente a mí computadora para ver qué pasaba, me decía que estaba bien y entonces me tranquilicé un poco, aunque la gente no reaccionaba de la misma manera, algunos retrocedieron y otros directamente se fueron hacia atrás de todo, dije con total tranquilidad:

-No se asusten, todo va ir bien, antes de mostrar el artefacto a ustedes me puse a trabajar muy duro para ver que todo estaba perfecto y si, están totalmente seguros ¡Hasta más que yo!

El público se calmó cuando escucharon mis palabras, el sol se abría paso por las nubes y los pájaros causaban una sombra gigante pasajera que se veía a lo lejos. Se vio un color morado oscuro dentro del artefacto y viento saliente de este que hacía retrocederme con una gran eficacia, vi en mí computadora y… lloré de alegría al saber que ya se abrieron conexiones con esta cuarta dimensión, le dije al público:

-Todos ustedes están presenciando una maravilla científica y casi un espectáculo para sus ojos, el morado intenso que están viendo y sale del portal, pues… ¡Significa que ya se puede pasar a la cuarta dimensión y conocer a estos seres!

Ellos miraron sorprendidos y emocionados por ver esa maravilla, algunos de mis ayudantes subieron al escenario para preguntar cosas y demás. Pero algo malo pasó, un temblor que nunca había presenciado, se hizo notar de la peor manera, rompiendo artefactos importantes para el proyecto y por último, destruyendo la computadora más importante para todo esto. Conmocionado y casi triste trato de dar pequeños y analizados pasos para poder hacer algo o ayudar a alguien, cuando llego a levantar a una persona del público el temblor se detiene, estaba enojado porque pensaba que se iba a cancelar todo por esto, pero antes de que llegue una ambulancia, el portal empieza a expulsar objetos y ruidos extraños, parece como si nos hubiéramos convertido en el basurero de estos seres. Antes de llegar a hacer algo, aparece un ente desconocido, gigante de tal vez con más de 8 metros y entre más pasaba el tiempo, los portales se multiplicaban.

Todo iba mal, además de que haya un temblor también hay varios monstruos que tal vez no eran pacíficos, no podía hacer nada más que escuchar gritos de pánico de la gente, no era una opción quedarme. El miedo me hizo huir a la casa de un amigo que vivía lejos, eso podría ser mi salvación hasta que se pase el caos en todo el país, por lo menos podría estar tranquilo sin estar en ese infierno, solo entre a mi auto y acelere hasta más no poder, todo estaba mal, había gente corriendo, gritando desesperadamente y un montón de cosas rotas esparcidas por toda la carretera, yo solo pensaba si mis ayudantes y mi familia estaba bien, prendí la radio para saber que pasaba y parece que la destrucción ya se estaba esparciendo rápidamente. Llegué finalmente a la casa de mi amigo y toqué la puerta de forma nerviosa, una oscuridad se abría paso mientras él me dejaba pasar, como si la noche llegara de manera violenta y sin alguien que lo pueda parar. Él nota lo asustado que estaba y me dice:

-¿Qué pasa? Escuche las noticias y tienen algo que ver con el proyecto que me dijiste.

-No hay tiempo, me tengo que quedar aquí porque algo muy malo está pasando.

-Escuche que hubo un temblor y que ahora hay una especie de monstruo ¿Eso es real o solo lo dicen de broma?

-Sí, es real todo lo que están diciendo.

-¡Oh por dios, no puede ser real, esto es una locura!

Me siento en el sofá y le cuento todo, él me mira con asombro hasta casi con miedo, prendo la televisión y casi todos los canales están hablando del tema, parece como si los minutos se hubieran convertidos en horas, creí que esto era un sueño pero no, me levanté y vi por la ventana, todo se había oscurecido en tan poco tiempo, comí un sándwich y me dormí en ese mismo sofá. Me desperté en otro lugar, una zona con poca luz desconocida para mí, alguien se acerca, me levanta y me lleva a una silla donde había un tipo con corbata, peinado como los típicos empresarios y somnoliento digo:

-¿Qué está pasando aquí? -El señor de traje me mira de manera amenazante.

-Estas aquí por una razón, tú eres el causante de un caos, podrías ir a prisión por eso ¿sabes?

Me alerta totalmente esto y rápidamente trato escapar, un soldado me detiene el paso y me hace sentar. Enojado lo insulto pero desde ese momento sabía que ya no podía hacer nada, entonces le digo todo lo que sucedió, se nota su mirada de superioridad y tal vez enojo, golpea la mesa y me dice:

-¡Eres un imbécil! ¡No sabes lo que causaste! ¡Hay personas muertas y heridas por tu culpa!

-Yo no sabía que eso iba a pasar, lo único que quería hacer es retomar el último trabajo de mi padre. –respondí con arrepentimiento.

-¡Pues hacer eso causo una destrucción nos costará millones de dólares!

-Si quiere que lo ayude o que le dé más información me tendrá que tratarme mejor. –no quería mostrarme tan débil.

Él se levanta enojado y se va, me quedo pensando cómo arreglar todo esto. Pero algo ocurrió, se escucha una sirena de emergencias, lo único que llego a recordar es un fuerte choque y un ruido estruendoso después de eso, vuelve la oscuridad.

Me despierto y veo un montón de polvo absorbiendo mi poca visibilidad en ese momento, me levanto y noto algo frío pasando por mi cabeza. Me toco y era sangre, me asusté un poco aunque tenía los datos suficientes para darme cuenta de todo, algo destruyó casi todo el lugar, dejando un rastro de muertos por el camino, quise abrir la puerta y lo logré, el pasillo estaba un poco mejor pero parece que aún estaba el del traje, trate de ir sigilosamente pero me atraparon llevándome a otra sala, el hombre del traje me pregunta:

-¿Sabes alguna de manera de detener esto? -me quedo en silencio pensando. Él se enoja y me repite lo mismo, yo le respondo:

-Necesitamos una bomba de antimateria.

-¿Porque de antimateria? –se sorprende.

-Las balas seguramente no funcionarán, entonces si lanzamos esto tal vez funcionaría, ya que la antimateria absorbe materia normal. -él se queda sorprendido, un silencio incomodo toma el dominio mientras camina en círculos pensando, se sienta otra vez y me dice:

-¿No hay otra manera de detener esto?

-Sí, pero el equipo necesario para esto sería muy caro y con una exagerada cantidad.

-La antimateria también es cara.

-Es cierto pero con solo un cuarto ya podría ser suficiente.

Se levanta con un poco de frustración y me deja ir. Llamo un taxi y voy a mi casa. Después de unos 3 meses me llaman y dicen que vaya a un lugar específico. Cuando llego veo una maquina gigante que parecía un misil, el tipo del traje me ve y dice:

-La máquina que ves está llena de antimateria.

-¿Cómo hicieron para que no absorba el metal?

-El cohete está lleno de imanes que lo mantienen estático, en el medio de la maquina esta la antimateria. -sorprendido voy viendo por todas las zonas del cohete, mi teléfono suena entonces respondo, era un ayudante mío que me decía:

-¡Ayuda por favor, ese monstruo está aquí cerca!

Le dije a mi superior que evacuaran todo el lugar, después de unos minutos casi todo el país estaba evacuado entonces tembloroso y con mucho miedo dije:

-Lancen la bomba.

El encargado de apretar el botón ni siquiera lo pensó, se escuchó un ruido fuerte, eso significaba que se estaba eyectando, la bomba tenía que caer después de unos kilómetros pero en el medio del camino se cayó por una inestabilidad del sistema. Todo iba desapareciendo como si fuera una pesadilla muy real, el vacío de la existencia se abría paso de manera brusca sin permiso, mientras el miedo aceleraba mi corazón, lo único que hice es escapar para encontrarme con una falsa salida, era mí fin. Veía la gente desapareciendo como si estuvieran entrando en un agujero negro, todo apuntaba a mi muerte entonces…La esperé sentado, viendo todo desaparecer de mi vista, los gritos de la gente golpeaban mi mente con dureza y los llantos de los niños apuñalaban mi corazón, cerré los ojos queriendo tranquilizar esa herida que se estaba abriendo en mi conciencia, me trataba de aliviar cantando una canción de mi infancia, todo se volvió una broma existencial de mal gusto, flotaba en el espacio infinito sin traje y sorprendentemente podía respirar con total tranquilidad. Después de unos minutos escuché sonidos raros, inexplicables, miré para todos lados y el escenario había cambiado, parece como si estuviera dentro de una sorprendentemente pintura abstracta. Estaba contento sin explicación alguna, había seres raros caminado alrededor, una sombra se acercó a mí y me dijo:

¡Felicidades, llegaste al nirvana!

Por Francesco Frigini